Con
este post inicio una pequeña recopilación de posts invernales, mediante
los cuales explicaré hechos comunes que se producen durante el
invierno.
Llegamos a la época de la Navidad y con ella llegan las temidas cenas y
comidas de empresa, familiares, con amigos, etc...
Son tiempos de eventos gastronómicos donde lo que más se repite es el
comer, beber y celebrar reencuentros.
No es por tanto, nada sospecho el que durante esta época más de uno y
una caiga en las garras del exceso de acidez estomacal. Hablo de exceso, porque
nuestro aparato digestivo ya segrega una serie de ácidos para realizar la
digestión.
La acidez estomacal nos puede afectar a cualquiera que haya combinado
con mala fortuna alcohol, gas, comida pesada y una, muchas veces denostada,
sentada prolongada alrededor de la mesa.
Un candidato con elevada probabilidad sería
ese amigo que con matasuegras en boca y antifaz veneciano se acerca
sinuosamente a felicitarte el año nuevo al grito de “A mis brachos hemano, felis ano nuevo! He dicho ano? Jojojo...Tioo,
acabo de desir ano”
Hoy me gustaría, más que hablar de la acidez, de como la química desde
tiempos lejanos a combatido dicha patología.
La acidez de estomago es algo tan sencillo como, los ácidos gástricos
generados en el estómago para ayudar a la digestión suben por el esófago. Dicha
subida o acción recibe el nombre de regurgitación.
El dolor derivado de la regurgitación se siente en el bajo pecho,
pudiendo alcanzar la garganta y más que un dolor se puede identificar como un
ardor y/o escozor.
Un antiácido no tiene otra función que la de contrarrestar el efecto del
ácido aumentando el pH para dejarlo a niveles normales. Una reacción común
entre este tipo de sustancias seria:
A la vista de la fórmula se observa como la
acción de una base, en este caso la sosa, sobre el ácido, ácido clorhídrico,
provoca la formación de una sal de pH neutro y agua.
Qué son por tanto los
antiácidos?
Como he comentado antes un antiácido es una
sustancia de naturaleza básica (pH>7) que puede actuar para combatir el
exceso de ácido producido por el estómago o
por alimentos.
Los antiácidos más comunes son el Bicarbonato
sódico (NaHCO3), hidróxido de magnesio (Mg(OH)2) o el Carbonato cálcico
(CaCO3).
Siguiendo la estructura
de la reacción entre un ácido y una base. La reacción de alguno de estos
antiácidos sería:
Obsérvese que en la reacción aparece una
molécula de CO2 gas. Dicho gas es fácil de reconocer sobre todo cuando nos
tomamos una cucharada de sal de frutas en agua. Efectivamente, es el gas que se
desprende y que normalmente nos hace eructar.
Existen distintos tipos
de antiácidos?
Anteriormente he citado algunos de los
antiácidos más conocidos y de extensa utilización. Dichos antiácidos reciben el nombre de sistémicos.
Los sistémicos son aquellos que tras
reaccionar con el ácido y generar una sal, parte de dicha sal se absorbe en las
paredes del estómago de manera que son rápidos en acción y poco duraderos.
Existen otro tipo que son los llamados no
sistémicos. Los no sistémicos a diferencia de los sistémicos no se absorben
parte de las sales en las paredes del estómago. De manera que su efecto es más
leve y prolongado, de manera que se evitan posibles efectos transitorios.
Un ejemplo de antiácido
no sistémicos sería el Almagato o más conocido como Almax.
Entonces? Que es el
Omeoprazol o Ranitidina? No son antiácidos?
Además de los antiácidos existen otros
medicamentos que pueden actuar contra el exceso de acidez.
En el caso del Omeoprazol se trata de un
inhibidor de la bomba de protones. Estos medicamentos bloquean a la enzima
encargada de la transferencia de iones de H+ y K+ a través de la membrana lipídica.
Dicho proceso de transferencia recibe el nombre de bomba de protones.
La enzima participa en
la etapa de secreción de protones en el estomago, secreción ácida.
Es por tanto, un medicamento de prevención
por lo que se recomienda su ingesta antes de las comidas.
En el caso de la
Ranitidina se trataría de un bloqueante de los receptores H2. Su acción se
centra en el bloqueo de las acciones de la Histamina, que regula las funciones
del estómago, lo que se traduce en una reducción de la producción ácido
gástrico del estómago.
Más concretamente,
suprimen la secreción de ácido producido en las células parietales del estómago
tras bloquear la unión de la Histamina con el receptor H2 de la célula
parietal.
Se trataría, como en el
caso anterior, de un medicamento preventivo.
Así
pues con esta pequeña explicación se puede entender un poco mejor el
mecanismo de funcionamiento de los antiácidos. Ahora solo falta
disfrutar de las comilonas...
Siempre me ha gustado la expresión "tener el pavo a reflujo". Donde nuestro estomago es el matraz de reaccion y el esofago el refrigerador correspondiente.
ResponderEliminarFdo: amics de la UV